A los 19 años y después de casarse, el hoy ganador de la Medalla a la Maestría Artesanal 2022 en la categoría Contemporánea, decidió mudarse junto a su familia a Bogotá para buscar mejores rumbos. En la capital del país, fundó un taller en donde dictaba clases de pintura y arcilla, pero luego de cinco años en los que fue imposible que el negocio creciera, él y su familia regresaron a Ráquira para retomar su origen y continuar apostándole a las artesanías.
Allí, en el “pueblo ollero” de Colombia, Laureano Melo creó el Taller LaureArte, cuyo objetivo desde 1995 es complacer a sus clientes con piezas únicas. Junto a este taller, recibió además el Sello de Calidad Hecho a Mano que exalta el linaje al que pertenece. Como elemento diferencial, su marca tiene el interés de transmitir los conocimientos adquiridos a lo largo de estos años, y promover la tradición ancestral del trabajo en cerámica del municipio.
Este municipio ha sido reconocido como la capital artesanal de Colombia. Desde la época de los chibchas se ha desarrollado la alfarería en el territorio, por eso su nombre en chibcha: “Ruaquira” significa “pueblo de olleros”. En la época de la colonia, las mujeres se encargaron de la producción artesanal y, gracias a ellas, comenzó a transmitirse el conocimiento del oficio de generación en generación.
En 1936 se creó la primera escuela de cerámica en el municipio y en 1973, Artesanías de Colombia fundó el Centro Artesanal de Ráquira con el objetivo de mejorar las técnicas de producción y comercialización de estas artesanías colombianas. Hoy, los integrantes de LaureArte hacen parte del 80% de los habitantes de Ráquira que se dedican al trabajo de la cerámica como una manera de preservar una herencia ancestral.
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